Cada carcajada, han explicado en el curso, pone en marcha cerca de 400 músculos, incluidos algunos del estómago que sólo se pueden ejercitar con la risa; la columna vertebral y las cervicales, donde por lo general se acumulan tensiones, se estiran, y además, se estimula el bazo y se eliminan las toxinas.
Este movimiento consigue que el diafragma origine un masaje interno que facilita la digestión y ayuda a reducir los ácidos grasos y las sustancias tóxicas, y también se lubrican y se limpian los ojos con lágrimas.
También hace que entre el doble de aire en los pulmones, lo que mejora la respiración y así la piel se oxigena más, y favorece la producción de endorfinas y encefalinas en el cerebro, que son los neurotransmisores que disminuyen la intensidad de los fenómenos dolorosos.
Pero en opinión de los encargados del curso "Risoterapia", la risa no siempre es bien aceptada porque "parece que una persona seria está mejor vista en la sociedad; a pesar de ello, la risa es el único idioma que se usa en todos los países del mundo".
En el curso se pone en práctica la risa con juegos simbólicos y con ejercicios dinámicos, se intenta superar las inhibiciones, sumergirse en el disfrute y pasar buenos ratos, como una alternativa a los tratamientos médicos tradicionales.
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