viernes, 23 de octubre de 2009
Hablemos un poquito del Amor
Hablando de amor, aunque no sea el mes del amor, podemos hablar del amor de Padre. Y el amor más grande de un padre a sus hijos o viceversa.
El amor al prójimo es el modo más concreto y seguro de manifestar nuestro amor a Dios.
Qué hermoso es el amor. Cuando se ama se respeta, cuando se ama se sacrifica algo, cuando se ama se confía, cuando se ama se comparte. Cuando se ama la comunicación se fortalece, dos personas en silencio pueden comunicarse mutuamente, y si hablan el uno está pensando en lo que el otro piensa.
Ambos llegan a desear lo mismo, el uno para el otro. Cuando el amor trasciende de una persona a otra y comenzamos a amar a nuestro prójimo, empezamos a amar a nuestros compañeros de trabajo, a nuestros vecinos, a nuestros clientes, a nuestros proveedores, a nuestros jefes, a nuestros amigos, a lo que nos deben y a los que les debemos.
Sin embargo hablar de amor puede ser fácil, aunque practicarlo no siempre es fácil, sobre todo cuando tenemos que manifestarlo a los demás, y que tal si son nuestros enemigos? No obstante el amor puede pretender perfección, si incluimos en él a Dios.
Y es que no hay mejor amor que el que Dios nos tiene, él que cuida de nosotros, de nuestros prójimos aunque nos caigan mal. Si confiamos en Dios y nos ponemos bajo su protección, el puede transformar nuestra existencia e inyectarnos amor en nuestros corazones, para que crezcamos en el amor a nuestro prójimo.
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