martes, 31 de octubre de 2017

COMO SE ACUMULA LA BASURA EMOCIONAL...

Una mañana, sin saber cómo, te levantas totalmente desmotivado, sin ganas de hacer nada y con la horrible sensación de que no puedes más. La idea de tener que enfrentar otra jornada es tan extenuante que te agobia. Esta sensación es bastante común y prácticamente todos, en algún momento de nuestras vidas, la hemos experimentado ya que suele estar provocada por periodos de gran estrés en los cuales hemos ido acumulando mucha “BASURA EMOCIONAL”. 


La BASURA EMOCIONAL, se va acumulando cuando no logramos deshacernos de los resentimientos, la ira, el estrés y la frustración. Poco a poco, estos estados crecen dentro de nosotros hasta llegar a ocupar un espacio enorme y un buen día, sientes que estás repleto y que no tienes fuerzas para enfrentar los nuevos desafíos.

Ten presente que aunque la basura emocional no ocupa un espacio físico, al igual que sucede con la basura de nuestra casa, si no nos encargamos de purgar cada día los estados emocionales negativos, terminaremos llenos de insatisfacción y sin energía e incluso nos expondremos a sufrir un colapso emocional, pero ¿Cómo librarnos de ella?;


A continuación les dejo 5 pautas para eliminar la basura emocional:

1. Reajusta las expectativas. 

Las expectativas son nuestra mayor fuente de insatisfacción. De hecho, casi nunca somos conscientes de ellas pero a menudo esperamos demasiado de nosotros mismos y de los demás. Cuando nuestras expectativas no se cumplen, nos sentimos mal y esto nos sume en un estado de frustración que genera muchísima basura emocional. Por eso, el primer paso para mantener limpia nuestra mente consiste en revalorar nuestras expectativas en función de nuestros recursos actuales y, si es necesario, ajustarlas. Al contextualizar tus expectativas puedes replantearte tus objetivos y llegar a tu meta sin tanta presión.

2. Mantén una actitud positiva. 

La mayoría de las personas son conscientes de la importancia de enfrentar los problemas asumiendo una actitud positiva pero lo cierto es que casi nadie lo hace. Una buena estrategia consiste en llevar un diario de la positividad; es decir, al finalizar cada día, tendrás que escribir al menos tres cosas positivas que te hayan ocurrido, por muy irrelevantes que te parezcan. De esta forma irás creando el hábito de ver y darle importancia a los aspectos positivos de las situaciones, lo cual te llenará de energía y te dará fuerzas para enfrentar incluso las peores jornadas.

3. Sé proactivo. 

No basta con mirar dentro de sí y darse cuenta de toda la basura emocional que almacenamos porque esto solo nos hará sentir mal, es imprescindible actuar. Recuerda que la introspección sin la acción puede llegar a ser muy dañina porque nos sume en un círculo vicioso que conduce a la lamentación. En vez de quedarte sentado viendo cómo la basura emocional se amontona, ármate de valor y comienza a sacar poco a poco esos sentimientos negativos que te impiden sentirte pleno. Por ejemplo, puedes ayudarte de un especialista para que te ayude con el manejo de la ira, si este es tu principal problema, o aprender técnicas de relajación, si tu problema es la ansiedad. Recuerda que no podrás eliminar toda la basura emocional de un plumazo porque es probable que haya estado ahí durante meses o incluso años, pero si das un paso tras otro, paulatinamente, lograrás limpiar tu mente.

4. Acepta y deja ir. 

Una gran parte de la basura emocional que acumulamos proviene de errores del pasado que no hemos aceptado y que continúan pesando en nuestro presente. Cuando no logramos pasar la página, las experiencias pasadas nos siguen dañando y, ante el menor estímulo, los sentimientos negativos asociados a estas se vuelven a activar. Por ello, es fundamental mirar atrás y liberarnos de las culpas, las recriminaciones y las frustraciones. De la misma forma en que hacemos limpieza en casa, debemos hacer limpieza en nuestra mente. Analiza las situaciones pasadas que te perturban, pregúntate si las emociones que despiertan te reportan algo bueno y, si no es así, prepárate para dejar ir esas sensaciones desagradables.

5. Sal de tu zona de confort

Nuestra zona de confort es ese “lugar” en el que nos sentimos cómodos y seguros porque tenemos el control de lo que sucede. Sin embargo, para que las cosas sean diferentes hay que hacerlas de manera diferente. No es suficiente con que limpies la basura emocional si continúas con los viejos hábitos y vuelvas a llenarte de resentimiento. Salir de tu zona de confort te ayudará a ver la vida desde otra perspectiva, te llenará de buenas vibraciones y te dará la energía que necesitas para emprender nuevos proyectos.

RECORDEMOS:

"Nuestras acciones son resultados de nuestro pensamiento, por lo tanto ser negativo, hará que tu vida, también sea así"