domingo, 31 de julio de 2011

Abrazoterapia!!!



Habla del efecto terapéutico que tienen los abrazos. Nos recuerda que un abrazo es agradable, ahuyenta la soledad, aquieta los miedos, abre la puerta, a los sentimientos, demora el envejecimiento (los abrazantes se mantienen jóvenes por más tiempo) ayudar a dominar el apetito (Comemos menos cuando nos alimentamos con abrazos… y cuando tenemos los brazos ocupados en estrechar a los demás).
El abrazo alivia las tensiones, combate el insomnio, mantiene en buen estado los músculos de brazos y hombros, es un ejercicio de estiramiento para los de poca estatura y es un ejercicio de flexión para los altos. Es muy democrático, cualquiera, es candidato a un abrazo.
Hace más felices los días felices y hace soportables los días insoportables. También dice que el abrazo terapéutico es un proceso de curación mutua. (En realidad, abrazante y abrazado desempeñan papeles intercambiables).

Como abrazoterapéutas, estamos propensos a soltar el niño que llevamos dentro, necesitados de amor, seguridad, apoyo, cariño y juegos, de igual forma las personas que nos rodea nos ofrecen las mismas necesidades.
Los abrazos no deberían quedar sólo para ciertas ocasiones, como las reuniones familiares, los cumpleaños o el festejo de un gol.

Un abrazo diario eleva nuestra estima, mejora el sistema inmunológico, nos une. Dos abrazos multiplican el efecto. Tres abrazos tiene un poder sanador, anti estrés, protector.
Los abrazos nos alivian el dolor cuando perdemos a un ser querido o estamos en desgracia, teniendo un gran efecto en la unión familiar, en el estar siempre en el terruño, en los brazos maternos, en volver a nuestras raíces naturales de humanidad. Calman la ansiedad, la depresión, los dolores en general. Si no tiene a quien abrazar puede abrazar a un árbol, un peluche, a Usted mismo.

No intente resolver los problemas del otro, sólo de su abrazo, la energía hará el resto. La abrazoterapia no es para que Usted se llene de los problemas de los demás, es como llevarle medicina a alguien que esté con gripe, no tiene porque contagiarse para ayudarlo.

La autora, sugiere organizar el Instituto de Abrazoterapia. Sería fácil asociarse a él, bastaría solamente creer en el poder del abrazo. Hagámonos socios de este instituto ¿Qué les parece?

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