Informarse
de forma medida y de buenas fuentes
1. 1. Informarse adecuadamente dos veces al día de la dinámica y las nuevas
posibles indicaciones de las autoridades, sin que la información ocupe toda la
parte del día. En el caso de familias compuestas por más de un adulto, podemos
desplegar la estrategia de “designación de adulto informante”. Es decir, se
designa al adulto que será el encargado de recibir la información diaria y
transmitirla al resto de los miembros. Así la información se recibe y se puede
encausar más eficazmente.
Ser
flexibles y adaptar nuestra rutina
2. 2. Respecto a la
cuarentena, aislamiento y distanciamiento social, rediseñar una cotidianidad que deberá flexibilizarse y adaptarse a las nuevas circunstancias que puedan ir
surgiendo, pero que contemple todas las mayores fases de nuestra vida: el
trabajo o estudio, lo social, lo espiritual, físico, entre otras. Mantener el
contacto con amigos y familiares a través de las redes sociales y diferentes
formas de comunicación virtual. Transformar en virtual las mismas actividades
que se venía realizando en forma presencial, por ejemplo, la atención
psicológica, las reuniones o el estudio.
Realizar
actividades que den placer e intentar ser positivos
Los psicólogos sugerimos
intentar mantener los pensamientos positivos y desechar los catastróficos.
Tratar de ejercitar
alguna actividad de meditación o espiritual.
Hablar
con los chicos de forma tranquila
4. 4. Intentar no
exponerlos excesivamente a la información, sino que sean los adultos quienes se
la trasmitan. “En el caso de los más chiquitos, sucede como con cualquier otro
tema: dependiendo de cómo se lo podamos transmitir, con qué tranquilidad,
precisión y equilibro, y cuánto lo tengamos trabajando internamente nosotros,
cómo lo van a recibir”, reflexiona Otero. Urra, advierte: “Hay que explicarles,
informales de manera honesta y apropiada para la edad. Los niños observarán los
comportamientos y emociones de los adultos, para acompasar sus propios sentimientos”.
a
Buscar
distintos temas de charlaa
5. 5. Hablar sobre el
Coronavirus en familia y con amigos, pero intentando al mismo tiempo que no
ocupe la mayor parte de la conversación. Tratar de aprovechar el tiempo para profundizar
la comunicación con nuestros seres queridos. Además, evitar que los adultos
mayores estén muchas horas frente a la televisión. “Esta situación nos lleva a
repensar el tipo de relación que teníamos con ellos antes de la pandemia.
Aquellos adultos mayores que están más solitos, son los más vulnerables”,
señala Otero.
Ordenar la rutina de
6. 6. Respecto a cómo
conciliar el trabajo de algunos padres con la suspensión de las clases, para
Otero lo fundamental es organizar la rutina del hogar entre todos sus miembros.
“Por más que estemos todos en casa, nos vamos a levantar, desayunar, limpiar,
los adultos a trabajar y los chicos a estudiar. Se puede perfectamente
organizar lo cotidiano adaptándolo a esta nueva modalidad y seguir respetando normas
y hábitos”, señala la psicóloga. Y enfatiza: “Estas no son vacaciones, son
medidas para cuidarnos y tenemos que seguir con un ritmo de cotidianidad que
te va sosteniendo en el día a día. Si dejas que tu hijo se quede hasta las tres
de la mañana mirando tele, no lo estás cuidando. Es importante mantener la
rutina”.
Extraído de Wikipedia
Las cosas importantes de la vida no son cosas,
ResponderEliminarson momentos, emociones, recuerdos, lecciones...